Y no es para menos, nadie podía imaginar que la modesta cebolla, causante de abundantes lágrimas, afortunadamente no de tristeza, fuera capaz de producir semejante maravilla culinaria, la sopa de cebolla, presente en muy diferentes variantes en todas las cocinas europeas, aunque es en la francesa donde parece radicar su origen.
Según A. Dumas:
Sopa muy querida de los cazadores y venerada por los borrachos
La sopa era un plato familiar en Francia que se hizo famoso gracias a una casualidad. Según parece fue Estanislao Leczinski, rey polaco suegro de Luis XV de Francia, buen gastrónomo y personaje bonachón, el que descubrió esta sopa tradicional cuando hizo parada en una fonda de Chalons, cuando iba camino de Versalles para visitar a su hija.
Allí le sirvieron una sopa tan delicada que despertó su curiosidad y quiso aprender a cocinarla antes de emprender viaje. Así, bajó a las cocinas, y mientras el cocinero la volvía a preparar en su real presencia, él fue tomando notas sin importar las lágrimas que provocaba en sus nobles ojos.
Gracias a ello, la sopa de cebolla adquirió pronto fama y popularidad, y se convirtió pronto en plato obligado con el que se solían terminar las juergas nocturnas parisinas en el mercado de Les Halles. Nada entona más que una buena sopa antes de irse a “dormir la mona”.

Ingredientes (4 personas):
- 6 cebollas
- 400 gr. de garbanzos
- 1/2 kg. de zancarrón
- 2 huesos de ternera
- 1 puerro
- 3 dientes de ajo
- 75 gr. de pan de sopa
- 100 gr. de queso emmental
- agua
- aceite de oliva virgen extra
- sal
- perejil
Elaboración de la receta de Sopa de cebolla con queso gratinado:
Pon los garbanzos a remojo en agua de víspera.
Para el caldo, cuece en la olla rápida los garbanzos escurridos, el puerro y 1 cebolla partida por la mitad, los dientes de ajo pelados, los huesos, el zancarrón, unas ramas de perejil y una pizca de sal. Coloca la tapa y cocina durante 30 minutos a partir de que comience a salir el vapor. Pasado este tiempo, retira la carne, los garbanzos y la verdura. Cuela el caldo. Reserva.
Pela y pica finamente las otras 5 cebollas y ponlas a pochar en una cazuela con aceite. Sazona y cocínalas hasta que se poche bien. Pica el pan, añádelo y rehógalo brevemente. Vierte el caldo y cocina todo durante 10 minutos aproximadamente. Bate con una varilla hasta que el pan se deshaga.
Sirve la sopa de cebolla en 8 cuencos, espolvoréalos con el queso y gratínalos en el horno. Sirve y espolvorea las tazas con un poco de perejil picado.
Consejo:
La receta de hoy nos va a dar mucho de sí porque mañana vamos a aprovechar la carne para hacer unas croquetas y pasado los garbanzos para hacer unas hamburguesas. Rico, rico y barato, barato.
Información nutricional de la receta: Cebolla, diurética, depurativa y baja en calorías
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