Una combinación de colores, texturas y sabores que, como su nombre lo indica, este pollo hará aparecer un jardín en su mesa.
Ingredientes
200 g de rábanos pelados y picados
2 zanahorias pequeñas picadas
25 g de pan rallado
½ cucharada de nuez moscada
1 cucharada de romero fresco
1 pollo entero
1 manojo de perejil fresco
½ cebolla cortada de julianas
2 cucharadas de mantequilla ablandada pero no líquida
4 cucharadas de aceite de oliva
500 g de papas
500 g de zanahorias tiernas
Preparación
Para hacer el relleno del pollo, sancochar el rábano y las zanahorias hasta que estén tiernos. Cuando estén listos, triturar hasta hacer un puré. Luego, mezclar el pan rallado con la nuez moscada el perejil picado, la sal y pimienta.
Mezcle el pan rallado con el puré de hortalizas y rellene el pollo a través del cuello y meter un poco a través de la piel, levantándola delicadamente por la pechuga.
Asegurar la piel con un palillo. Por la cavidad trasera del pollo introducir la cebolla y el manojo de perejil. Extender la mantequilla sobre el pollo, salpimentarlo y meter al horno por 30 minutos a 190 grados centígrados.
Para la guarnición, calentar una sartén con el aceite de oliva y sofreír las papas. Sacar el pollo del horno e incluir las papas doradas y las zanahorias.
Mojar el pollo con la grasa que éste haya soltado y dejar cocinar tapado con papel de aluminio. Al cabo de una hora, destapar la bandeja y dejar cocinar por 20 minutos más.
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