sábado, 28 de septiembre de 2013

ACCESORIOS PARA EL VINO


La copa: A una buena botella hay que recibirla con una copa adecuada. La copa de mesa moderna es sencilla, a diferencia de las antiguas de metal muy ornamentadas e incómodas. Actualmente, una buena copa es de cristal fino o vidrio transparente, con fuste o tallo alto, incolora, con una capacidad de uno 250 cm3 y con la boca algo más estrecha para concentrar los aromas. Y las copas flauta para los vino cava y espumantes. Hay que tener en cuenta que una botella alcanza para servir un mínimo de seis copas y un máximo de nueve copas, dato importante para la provisión de vinos a consumir por los invitados. 





El sacacorchos: es tal vez el adminículo más usado y apreciado por los coleccionistas. Hasta la edición de códice de Romanov de Leonardo tenía noticia de algún artefacto usado en la corte de los Gonzaga, en Mantova, para extraer tapones de cera de las botellas. Entre los tipos de sacacorchos más comunes está el de tipo camarero que tiene una espiral o hélix de giro horario para adecuarsea la mano derecha; esta agua helicoidal está destinada a penetrar el tapón de corcho sin romperlo para extraerlo. Otro modelo muy usado es el de mayordomo. Se llama así porque permite sacar el tapón sin romperlo y, en teoría, volver a colocarlo en la botella.  También está el sacacorchos de mariposa, en los que el doble juego de palancas extraer el corcho de una vez penetrado por la aguja. Los de barreno continuo garantizan que el centrado sea perfecto y la extracción del corcho suave y sin esfuerzo. Otros sacacorchos usan aire comprimido clavando una aguja que inyecta aire a la botella aumentando la presión y extrayendo el tapón. 



El embudo: este artículo es de gran uso en enología. Hay un diseño que se está poniendo muy de moda en el que el contenido no sale por el fondo del tubo sino por varios agujeros laterales, favoreciendo el vertido en la decantación. Los embudos pueden ser metálicos, de vidrio o de plástico. El aficionado que se dedique a guardar vino necesita de un embudo de confianza para rellenar las botellas que reencorche. 




El termómetro: el uso de este adminículo es frecuente en la alta enología, para medir la temperatura del vino. La práctica irá relegando ese utensilio al cajón de las joyas olvidadas, aunque tener uno de calidad es siempre, algo que el aficionado aprecia y un regalo que se recibe con alegría.




El atril de vinos: Los vinos de la casa han de estar situados en un mueble auxiliar antes del servicio para poder adaptarse a la temperatura. El atril, que es un soporte para unas cuantas botellas, permite disponer los caldos en un entorno perfecto para el lucimiento ante los invitados.

El cubo de hielo: este es un complemento indispensable para el servicio; los hay de mil formas y materiales, desde los nobles metales hasta al modesto y colorido plástico. 

El cestillo: este adminículo sirve para el transporte del vino de calidad. se destaca la palabra transporte porque el cestillo evita que el vino delicado sufra vibraciones excesivas que puedan alterar sus propiedades. Vienen de distintos materiales, algunos en versiones metálicas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario