El pomelo es una de las frutas con mayor cantidad de agua.
Su zumo contiene sustancias flavonoides, concretamente hesperidina, que reducen el riesgo de infarto hasta un 19%, según una investigación reciente.
Estas mismas sustancias también pueden disminuir la presión arterial y prevenir los problemas cardiovasculares. Es además un alimento antiinflamatorio debido a su alto contenido en vitamina C y vitamina E.
Según un estudio publicado en la revista Clinical Journal of the American Society of Nephrology, unzumo de naranja al día previene la formación de piedras en el riñón gracias a su contenido en citratos.
Además, los cítricos como la naranja y el pomelo contienen sustancias flavonoides, concretamente hesperidina, que reducen el riesgo de infarto hasta un 19%, de acuerdo con una investigación realizada en la Universidad East Anglia (Reino Unido).
Estas mismas sustancias también pueden disminuir la presión arterial y prevenir los problemas cardiovasculares. Además, otro estudio dado a conocer en la revista Nutrition Researchsugiere que el zumo natural de naranja concentrado reduce los niveles de colesterol "malo" (LDL).
A esto se suma un estudio de la empresa Florida Orange Juice, en colaboración con el investigador Sonja Lyubomirsky, de la Universidad de California, que sugiere que beber zumo de naranja al comienzo de la mañana nos hace sentir de mejor humor y llenos de energía durante el día.
A esto se suma un estudio de la empresa Florida Orange Juice, en colaboración con el investigador Sonja Lyubomirsky, de la Universidad de California, que sugiere que beber zumo de naranja al comienzo de la mañana nos hace sentir de mejor humor y llenos de energía durante el día.
Cerca del 40% del zumo de naranja natural que se consume en España se prepara en bares y restaurantes, pero según un estudio de investigadores de la Universidad de Valencia (UV) el manejo inadecuado de las naranjas y la falta de limpieza de los dispositivos utilizados durante el proceso favorecen la contaminación bacteriana del producto.
El equipo ha recogido 190 lotes de naranja exprimida en diversos servicios de restauración y ha analizado su contenido microbiológico el mismo día. Los resultados revelan que el 43% de las muestras superaban el nivel de enterobacterias establecido por las regulaciones alimentarias de España y la Unión Europea, y el 12% el límite de microorganismos aeróbicos mesófilos. También se observó la presencia de Staphylococcus aureus y especies de Salmonella en un 1 y 0,5 %, respectivamente, de los lotes examinados, según los datos que se publican en la revista Food Control.
"En general, un porcentaje de los zumos de naranja se consumen inmediatamente, pero en muchos casos permanecen en jarras de acero inoxidable sin protección alguna", advierte Isabel Sospedra, una de las autoras del estudio. De hecho, según se hace eco la agencia SINC, los científicos han detectado que en aquellos zumos que se mantenían en jarras metálicas aparecen niveles "inaceptables" de enterobacterias en el 81% de los casos, y en el 13% respecto a aerobios mesófilos. Sin embargo, cuando el líquido recién exprimido se sirve en vasos de vidrio estos porcentajes se reducen al 22 y 2% respectivamente. "A esto hay que sumar que las maquinas expendedoras tienen una gran cantidad de superficies de contacto y muchas oquedades, permitiendo la contaminación microbiana y su posterior arrastre cuando se elabora el zumo", explica Sospedra.
Para asegurar la salud de los consumidores, los expertos recomiendan realizar una correcta limpieza y desinfección tanto de las maquinas exprimidoras como de las jarras donde se almacena el líquido, aunque siempre es mejor tomarlo según se produce.
En 2009 la población española bebió 138 millones de litros de zumo de naranja, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, de los cuales alrededor de un 40% se tomaron de forma natural en establecimientos de hostelería.
El equipo ha recogido 190 lotes de naranja exprimida en diversos servicios de restauración y ha analizado su contenido microbiológico el mismo día. Los resultados revelan que el 43% de las muestras superaban el nivel de enterobacterias establecido por las regulaciones alimentarias de España y la Unión Europea, y el 12% el límite de microorganismos aeróbicos mesófilos. También se observó la presencia de Staphylococcus aureus y especies de Salmonella en un 1 y 0,5 %, respectivamente, de los lotes examinados, según los datos que se publican en la revista Food Control.
"En general, un porcentaje de los zumos de naranja se consumen inmediatamente, pero en muchos casos permanecen en jarras de acero inoxidable sin protección alguna", advierte Isabel Sospedra, una de las autoras del estudio. De hecho, según se hace eco la agencia SINC, los científicos han detectado que en aquellos zumos que se mantenían en jarras metálicas aparecen niveles "inaceptables" de enterobacterias en el 81% de los casos, y en el 13% respecto a aerobios mesófilos. Sin embargo, cuando el líquido recién exprimido se sirve en vasos de vidrio estos porcentajes se reducen al 22 y 2% respectivamente. "A esto hay que sumar que las maquinas expendedoras tienen una gran cantidad de superficies de contacto y muchas oquedades, permitiendo la contaminación microbiana y su posterior arrastre cuando se elabora el zumo", explica Sospedra.
Para asegurar la salud de los consumidores, los expertos recomiendan realizar una correcta limpieza y desinfección tanto de las maquinas exprimidoras como de las jarras donde se almacena el líquido, aunque siempre es mejor tomarlo según se produce.
En 2009 la población española bebió 138 millones de litros de zumo de naranja, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, de los cuales alrededor de un 40% se tomaron de forma natural en establecimientos de hostelería.
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